El Desayuno Francés

Podría parecer un cliché pero no lo es: en Francia, el pan es la piedra angular de la gastronomía. El desayuno tradicional francés no existiría sin el pan. Este artículo es en serio.

¡Sigue leyendo y descubre todo lo que necesitas saber sobre el desayuno francés!

Pan: Baguette o galleta

baguette

Lo primero que encuentras en un desayuno francés es el pan. La mayoría de las veces, este toma la forma de la baguette. Los franceses de verdad no compran su baguette en el supermercado sino en la panadería. Deberás elegir entre “la baguette ordinaire”, la baguette regular, y “la baguette tradition”, la baguette tradicional. La última baguette es a menudo más pequeña y más ancha, pero la verdadera diferencia es la calidad: la baguette tradicional debe hornearse en el sitio, no contener aditivos, y nunca haber sido congelada.

No hay mejor sensación, que salir por la mañana de la panadería con una baguette en tus manos, aún tibia porque se acaba de sacar del horno, y oliendo tan bien que no puedes evitar darle un mordisco. La segunda opción es la galleta salada. Es menos suave y sabrosa que la baguette, pero tiene una gran ventaja: ya que es más densa que la baguette, puedes empapar una galleta en su café sin dejar algunas migajas.

Por último, tienes la opción intermedia: entre el pan fresco y la galleta, tienes el pan tostado. En Francia, la mayoría de las personas tienen un “grille-pain” en su cocina, es decir una tostadora. A menudo, las personas tuestan su porción de baguette para untar algo sobre ella.

Para untar sobre el pan: mermelada o mantequilla

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La siguiente etapa y el segundo elemento más importante de su desayuno francés será untar algo delicioso sobre él. Tu primera opción es la mermelada. Llamamos a una tostada con mermelada una “tartine”, que en español se traduce a menudo como “sándwich” o “tostada”, pero en realidad la tartine no tiene nada que ver con eso. Existen muchos tipos diferentes de mermelada para elegir, desde la fresa o las bayas rojas hasta el durazno, naranja amarga, ruibarbo o higo.

Tu segunda opción es la mantequilla. En Francia, existen dos facciones: los que untan la mantequilla salada y los que untan la mantequilla dulce. Esto varía según las regiones y los gustos, pero lo que debes saber, de forma objetiva, es que la mantequilla salada es y se mantiene como la mejor. Le da a tu pan ese gusto salado tan exquisito; la mejor sensación es al probar su característico sabor, cuando la mantequilla es de gran calidad.

Aquí también puedes escoger una opción intermedia: algunas personas untan ambas la mantequilla y la mermelada sobre su pan. Pero aún hay reglas: primero la mantequilla, para tener una base sólida, luego la mermelada, para sellar todo el sabor.

Para remojar el pan: Café o té

Coffee and croissant

La tercera fase es remojar el pan en una bebida caliente, lo cual es otra parte muy importante del desayuno francés . Primeramente, la bebida caliente puede ser café. Un gran número de franceses no pueden comenzar un día normal sin tomar primero su café. Aquí, nuevamente, tenemos dos escuelas de pensamiento: los que beben café fuerte y los que beben el “café crème”, café con crema, así como el latte.

Sin embargo, la mayoría de los franceses no tienen el instinto de beber o servir café con leche o crema. Usualmente tienen acceso a una máquina de café en el trabajo o en casa y beben su café normal. El más popular en Francia es el espresso.

La segunda opción para tomar una bebida caliente es el té. Los franceses beben mucho té, pero difieren de los ingleses en la forma en que lo beben. Mientras que los ingleses beben su té con azúcar, leche o a veces limón, los franceses prefieren tomarlo sin nada.

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Para realzar el sabor del pan: Zumo de naranja o pomelo

Acompañando al pan, también necesitas una bebida fría para realzar los sabores en tu boca. El desayuno francés a menudo incluye un zumo de frutas. De nuevo, hace unos años claramente había dos facciones: los que bebían jugo de naranja y los que bebían jugo de pomelo. Hoy se debe admitir que los franceses aprecian una gran variedad de otros jugos por la mañana, como los jugos de manzana, uva o de frutas combinadas.

El mejor zumo es el recién exprimido, pero tristemente, muchas personas no tienen ni la exprimidora ni el tiempo de hacer su jugo de frutas por la mañana, así que prefieren las bebidas artificiales. ¡Pero hay muchos restaurantes y cafés donde puedes encontrar jugos frescos de verdad si los pides!

Tan sustancioso como el pan pero huele aun mejor: Croissant o pain au chocolat

croissant

Finalmente, el desayuno francés es también el lugar de origen de la repostería , lo que en francés llamamos “viennoiseries“. Una vez más, hay dos teorías en conflicto: los que comen croissants frente aquellos que comen “pains au chocolat“, que a menudo se traducen por “croissants de chocolate” aun si no tienen nada que ver con los croissants.

El croissant es un rollo de masa de hojaldre con mantequilla en forma de media luna; el pain au chocolat es un rollo de masa de hojaldre en forma de cubo con dos trozos de chocolate negro en el centro. Incluso si las recetas son similares, su sabor es completamente diferente. Pero a decir verdad, la mayoría de las personas no pueden elegir entre estas dos maravillas de la vida, y simplemente comen ambas cosas.

La única condición necesaria para que estos pasteles sean deliciosos es comprarlos en una panadería. Allí estarán radiantes, cálidos y frescos al mismo tiempo, crujientes por fuera y suaves por dentro. También puedes encontrar algunos en el supermercado, pero estarán secos y correosos. Los pasteles son más comunes para un desayuno de fin de semana, pero los franceses siempre los aprecian.

Además de estos dos, existen otros dulces de pastelería que les gustan a los franceses, como el “pain aux raisins“, un pan de pasas en forma de espiral; el “brioche”, un bollo dulce; la magdalena o la “chouquette“, una especie de hojaldre con trocitos de azúcar.

Así que bueno, ese es el perfecto desayuno francés: baguette o galleta, mermelada o mantequilla, té o café, zumos y pasteles. A veces, incluso puedes encontrar cereales, miel, leche y yogures.

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Para poder probar este desayuno tienes varias opciones:

  • Puedes conseguirlo en hoteles. Allí el desayuno francés a menudo se llama “desayuno continental”;
  • También puedes ir a cafés y cervecerías: abren temprano en la mañana y ofrecen desayunos tradicionales en las habitaciones o en la terraza;
  • Como tercera opción, hay pastelerías o casas de té donde puedes encontrar desayunos realmente geniales, pero, aunque son más originales y tranquilos, también son más caros.
  • Finalmente, puedes hacer como los franceses normales y comprar los distintos ingredientes de tu desayuno en el supermercado, tales como jugos, café, té, mermelada y mantequilla, y para los panes y pasteles puedes ir cada día a la panadería.

 

¡Así que ahora tienes los conocimientos fundamentales para comenzar el día como un verdadero francés!

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Texto traducido por Andres R.